Quemar malos recuerdos

Hecho y ahora si puedo decir que ha hecho efecto en mí. Por fin quemé aquellas hojas de mi antiguo diario que servían para que la Inma masoquista mirara en ellas y se volviera a bañar de malos recuerdos de nuevo.

Hoy y en estos momentos si que puedo decir que me siento un poco mejor, ha sido como una especie de "liberación" de aquellos malos sentimientos, sentimientos que una es consciente que estaban escritos y guardados en el cajón de al lado de tu cama.

Lo hice ayer junto a Ángelo, en una cazuela en su cocina y aunque como le dije ayer no sentía nada en esos momentos era causa de esa "anestesia" que me invade en los momentos importantes, anestesia que se pasa al poco tiempo y es entonces cuando tomo consciencia de las cosas y en la mayoría de las ocasiones acaba siendo para que rompa a llorar. Pero esta vez no, tampoco he sonreído no lo voy a negar, pero no he tenido ni un solo pensamiento negativo. Me he sentido liberada de alguna forma, después de haberlo hecho no lo veo tanta tontería como me pensaba. A veces me sorprendo que pese al tiempo que llevo conmigo misma y conociéndome como lo hago aún me ciegue a ver que pequeñas acciones así me hacen bien si se que soy extremadamente peculiar con los detalles y las cosas, si hay mil chorradas que hago al día para sentirme mejor, chorradas simbólicas que me han ayudado desde pequeña a seguir adelante con cosas y ahora me  negaba a hacer algo así? Si cuando digo que a veces me desconozco es con razón.

Y sabéis que? se acabó esconderme detrás de no decir las cosas claramente, de poner sobrenombre a las personas que nombro en el blog porque me he dado cuenta que solo ha llevado a confusión y a que piense que si ponía nombres ficticios al principio era para tenerlos en el anonimato pero...¿De qué sirve? ¿de qué me ha servido? De engañarme creyéndome que esto lo que lograba era poner distancias y es como si no fuese conmigo en el fondo, así que se acabó: Ángelo es Manu, el que me saca sonrisa día si y día también, el que está ahí siempre queriéndome como una madre, obligándome a hacer las cosas bien y con quien puedo ser yo misma sin tener que fingir ni esforzarme por ser algo que no soy; Putu es Laura la pequeña que veo poco por culpa de las distancias veraniegas pero que no le hace falta ni esforzarse para que nos lo pasemos bien juntas, porque tenemos nuestras mil chorradas, nuestros momentos pavo absurdo, los marujeos, la otra persona que no es amiga ya es hermana, que se ha ganado mi confianza día tras día y ya van siendo muchos años que nos conocemos y finalmente lo que a mi me pasó fue abuso sexual infantil intrafamiliar y a quien no le guste/ le parezca un tema fuerte/ o simplemente no quiera aceptar que estas cosas pasan más de lo que uno piensa que ni se moleste en seguir leyendo entradas porque si, la gran mayoría van a ser sobre ello y se acabaron los tapujos y contar las cosas a medias. Esto no es un trauma que se supere, como bien está harta de decirme mi psicóloga, esto es algo con lo que se ha de aprender a vivir con ello hasta el punto en el que ya no te haga daño pero siempre va a estar ahí y para empezar hay que llamar a las cosas por su nombre.
He dicho.